Por: Salim
Lamrani*
El sistema de salud cubano es
mundialmente reconocido por su excelencia y su eficiencia. A pesar de recursos
sumamente limitados y el impacto dramático causado por las sanciones económicas
que impone Estados Unidos desde hace más de medio siglo, Cuba ha logrado
universalizar el acceso a la salud a todas las categorías de la población y
conseguir resultados similares a los de las naciones más desarrolladas.
Durante su reciente visita a La
Habana, Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la
Salud, elogió el sistema de salud cubano y se declaró impresionada por los
logros en este campo. “Cuba es el único país que he visto que tiene un sistema
de salud estrechamente relacionado con la investigación y el desarrollo en
ciclo cerrado. Es esta la dirección correcta, porque la salud humana no puede
mejorar si no es con la innovación”, enfatizó. Saludó “los esfuerzos de la
dirección de este país para colocar la salud como pilar esencial del
desarrollo”.
Cuba basa su sistema de salud en
la medicina preventiva y los resultados son excepcionales. Según Margaret Chan,
el mundo debe seguir el ejemplo de la isla en este campo y sustituir el modelo
curativo, poco eficiente y costoso, por un sistema basado en la prevención.
“Deseamos ardientemente que todos los habitantes del planeta puedan tener
acceso a servicios médicos de calidad, como en Cuba”, subrayó.

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Con una tasa de mortalidad
infantil de 4,2 por mil, Cuba presenta el mejor indicador del continente y del
Tercer Mundo, reflejando así la calidad de su sistema y el impacto sobre el
bienestar de los niños y de las mujeres embarazadas. La tasa de Cuba es incluso
inferior a la de Estados Unidos y se ubica entre las más bajas del mundo.
Con una esperanza de vida de 78
años, Cuba es uno de los mejores alumnos del continente americano y del Tercer
Mundo, con un indicador similar al de las naciones más desarrolladas. Como
promedio, los cubanos viven 30 años más que sus vecinos haitianos. En 2025,
Cuba dispondrá de la mayor proporción de personas de más de 60 años de América
Latina.
UN SISTEMA DE SALUD AL SERVICIO
DE LOS PUEBLOS DEL TERCER MUNDO
Cuba también beneficia a las
poblaciones del Tercer Mundo de su sistema de salud. En efecto, desde 1963,
Cuba manda a médicos y otro personal de salud a los países del Tercer Mundo
para atender a los desheredados. Actualmente, cerca de 30.000 colaboradores
médicos trabajan en más de 60 países del planeta.
El ejemplo emblemático de esta
solidaridad hacia los más desposeídos es la Operación Milagro que lanzaron
Fidel Castro y Hugo Chávez en 2004. Esta campaña humanitaria, elaborada a nivel
continental en el marco del proyecto de integración de la Alianza Bolivariana
para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), consiste en operar gratuitamente a
los latinoamericanos pobres que sufren cataratas y otras enfermedades oculares.
En una década, cerca de 3,5
millones de personas han recobrado la vista gracias al internacionalismo
cubano. Este programa social, creado en un primer tiempo para Venezuela, se ha
extendido a todo el continente con el objetivo de operar a 6 millones de
personas. Además de las operaciones quirúrgicas, la Misión Milagro proporciona
gafas y lentes de contacto a las personas víctimas de problemas de vista.
En total, cerca de 165
instituciones cubanas participan en la Operación Milagro, que dispone de una
red de 49 centros oftalmológicos y 82 centros operatorios en 14 países de
América Latina: Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Guyana, Haití,
Honduras, Granada, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Saint-Vicente y las Granadinas,
Venezuela y Uruguay.
La solidaridad médica cubana
también se extiende a África. En 2014, LABIOFARM, empresa de producción química
y biotecnológica cubana, lanzó una campaña de vacunación contra el paludismo en
África del Oeste, en no menos de 15 países. Según la OMS, este
virus, que afecta mayoritariamente a los niños, cuesta la vida a no menos de
630.000 personas al año, “la mayoría niños de menos de cinco años que viven en
África”. “Ello significa que 1.000 niños mueren cada día de paludismo”,
recuerda la Organización.
Del mismo modo, Cuba forma a
jóvenes médicos del mundo entero en la Escuela Latinoamericana de Medicina
(ELAM). Desde su creación en 1998, la ELAM ha graduado a más de 20.000 médicos
de más de 123 países. Actualmente, 11.000 jóvenes procedentes de más de 120
naciones cursan la carrera de medicina en la institución cubana. Según Ban Ki
Moon, secretario general de las Naciones Unidas, la ELAM es “la escuela médica
más avanzada del mundo”. También elogió a los médicos cubanos que trabajan en
todo el mundo, y particularmente en Haití: “Siempre llegan primero y son los
últimos en irse, y permanecen después de las crisis. Cuba puede mostrar a todo
el mundo su sistema de salud, un modelo para muchos países”.
Al citar el ejemplo de Cuba, la
Organización Mundial de la Salud enfatiza que es posible para un país del Tercer
Mundo con recursos limitados elaborar un sistema de salud eficiente y ofrecer a
todas las poblaciones una protección social, si existe la voluntad política de
ubicar al ser humano en el centro del proyecto de sociedad.
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